lunes, 29 de julio de 2024

Olvidar



Estaba mirando por la ventanilla del avión, todo era oscuridad, había sido una decisión difícil, pero necesitaba despejar y además los 6170 km que les iban a separar deberían ser suficientes para él, para saber que estaría lejos, sin contacto alguno por mucho tiempo, mismo que quisiera no podría hablarle, la diferencia horaria era enorme, cuando estuviera recorriendo para dormir ella aún estaría pensando en lo que cenar. además estaría arropada y podría lamer las heridas tranquilamente, podría romperse en mil pedazos y dejar de parecer fuerte, quién sabe sanar y quién sabe olvidar. 

Olvidar es recoger los recuerdos y meterlos en un agujero negro de donde no volverán a salir jamás, solo oscuridad, arrinconar todo lo viviendo en un espacio vacío, sin aire y no volver a verlos jamás, se transforman en un polvo tan fino que es imposible de unirlos, se esparce por el tiempo y se pierden, así es el olvido. Nada vuelve a su lugar, es una niebla espesa.

Como cuando preguntaron se recordaba a una persona, mismo con datos, nombre, descripción había entrado en la oscuridad. 
El tiempo y la distancia, principalmente la distancia, con un océano y el cielo entre ellos podría ser la solución.

Despertó. Miró alrededor de la habitación oscura, ando por la casa vacía hasta la cocina necesitaba agua y supo en este instante que tenía que poner rumbo a casa.
Necesitaba abrazos, todos los abrazos posibles, y llorar acurrucada en el regazo de su madre hasta quedar dormida, no haría falta ni hablar, estaría segura, allí en aquel momento y con el océano entre ellos empezaría a olvidarlo, a enviarlo al vacío que tantas veces pidió que hiciera.

Pero era realista, él solo dejaría de latir ella cuando ella fuera aire… 


Isabel Silva


Este #relatosNegro participa en la convocatoria de julio de @divagacionistas