lunes, 26 de mayo de 2025

Al borde del precipicio


Miraba fijamente la pantalla del portátil, delante tenía por tercera vez el email abierto.

Miraba la hoja en blanco que ansiaba sus letras, sus palabras, sus emociones. 
Quería escribirle, llenarlo todo con palabras diciendo que quería dar pasos atrás y volver a la casilla de inicio, quería volver a intentarlo. 

Volvió a acariciar las letras en el teclado, sabía que se escribía la primera, todas las demás saldría a borbotones, con trocitos de su alma en cada una de ellas.

Aquel punto parpadeante era un acantilado, estaba allí esperando a que saltará de una gran altura, confiando que esa vez su desasosiego fuera suficiente para dar el paso decisivo y lanzarse a colmar los espacios vacíos con su verdad y melancolía. 
Para ella había sido real, todo aquello le había pasado de verdad y aún sentía. ¿Qué tenía aún por decir que no le hubiera dicho? Lo único que no quiso decir esta vez. No quiero, no quiero que me dejes otra vez. Quiero que te quedes, quiero construir un tú y yo desordenado y ordenando, conociendo cada rincón nuestro, rompiendo la perfección, siendo imperfectos.  

El abismo parpadeaba delante de sus ojos, invitando a dar el paso, a sumergirse en sus aguas dudosas, a nadar hasta quedar sin fuerzas, a ir contramarea sin saber que encontraría en el destino. Un riesgo.

Deslizó los dedos por el teclado suavemente y dió a la pestaña de cerrar.

Amar también es dejar al otro libre de ti, y de un amor que no necesita. 
Si él la amaba sabía como encontrarla, encontraría el camino y las palabras que tendría que decir, entendería que sí es el hombre que ella merece. Entonces los dos saltamos al abismo y nadamos juntos hasta nuestra isla en medio del mar.
Por ahora, seguiría siendo un espacio libre de ella, como él quería, como él pidió. 

Apagó el portátil. No dejas de amar porque no te elige. Aprendes poco a poco a vivir con la ausencia. A sobrevivir al silencio. 

Isabel Silva 

Este #relatosAcantilados participa en la convocatoria de mayo/abril de @divagacionistas