jueves, 8 de marzo de 2018

No, no sirvo.


- El scanner no funciona, no consigo ver el precio del queso.
- No sirves ni para cajera. 

La próxima vez que te quemes y necesites una enfermera 24hs, que despierte para medicarte, que te cambie las curas y que este pendiente de ti, recuerda: no sirvo para enfermera.

Cuando empiece la campaña de Hacienda, y te toque hacerla, y me digas: nos toca hacer la Declaración, aquí están los papeles, ponte con el programa, haz los cálculos, pide cita y dime el día, que sea por la mañana, temprano. Recuerda: no sirvo para contable, ni administrativa, ni secretaria.

Cuando tengas unos de tus bajones, y empieces a odiar el mundo, y me vengas a decir lo mucho que haces, y nada sale como esperas, que sí la vida, que sí el trabajo, que sí yo... recuerda: no soy psicóloga, para eso de verdad que no sirvo. Y me lo dijiste: no sirves para psicóloga, recuerda.   

En tus ataques de alergia, cuando hay que ventilar, limpiar, casi volver la casa estéril, estornudando sin parar, recuerda: no sirvo para señora de la limpieza.

Se pregunto se has comido bien, se has dormido, como llevas el día, que te cuides, no duermas tarde, atiende a lo que estás haciendo, que tenga en cuenta tus prioridades. Y me digas: "No me digas lo que tengo o no que hacer, no eres mi madre." Recuerda. No, no soy tú madre, soy la madre de tu hija, y para eso, para ti, tampoco sirvo.

Cuando invites a alguien a comer en casa, y me lleve horas en planificar el menú, otras tantas cocinando y te sientes a oír los elogios a mí comida, y sonrías satisfecho, recuerda que me dijiste que para eso tampoco sirvo, mejor me dedique a otra cosa. 

En las conversaciones sobre vinos, que estés presumiendo de tus conocimientos sobre uvas, envejecimiento y tipo de crianza, y me mires tan contento, recuerda que cuando vamos a comprar un vino, y atienda a mis explicaciones para después presumir, tú me preguntas: "¿Desde cuándo entiendes tú de vinos? Tampoco sirvo para summelier, ni enóloga, ni analista físicoquímica. No sirvo. No, para nada.

¡¡Con la tecnología entonces!! ¡¡Puffff!!! "La impresora no funciona." "Busca un móvil para mí con esas características." "¿Qué le pasa al ordenador que no va?" "No cómo funciona la lavadora nueva." "Mira mi pendrive no funciona." No, no sirvo. No me preguntes.

"¿Me acompañas a comprar ropa?" "¿Que me pongo para ir a la cena de la empresa?" "¿Este pantalón me queda bien?" No soy personal shopper. No sirvo.


En lo viajes, cuando haga las rutas, pase horas buscando los recorridos más cortos, pesquisando en Maps, y tomando apuntes, indicando el camino como la buena copiloto que soy, recuerda: no me tomes por idiota cuando legue al destino y te diga que cojas la rotonda por fuera y pases de largo, en la dirección equivocada. "Ni para decidir una dirección sirves." La próxima vez, recuerda.

En el tráfico cuando me mandes mirar si viene coches nosededonde, te corrijas las señalizaciones, te encuentre un sitio para aparcar y que reduzcas la velocidad en los pasos de peatones, recuerda: que no te diga lo que tienes que hacer, que no sé conducir, no tengo carnet, no tengo porque saber ni entender de leyes de tráfico, no sirvo. 

"Mira mí contrato nuevo, ¿lo firmo o no?" "Le mi finiquito ¿a ver qué te parece?" "Busca en mi convenio, ve se ha cambiado algo." "¿Puedes llamar y arreglar ese problema para mí o ir allí directamente?" "¿Te crees abogada?"

No, no sirvo para nada. 

Isabel Silva







No hay comentarios:

Publicar un comentario