Había sentido la fuerza de la ola que zarandeaba su barco de un lado a otro, sabía que iba a naufragar, esperaba el golpe final que la lanzaría lejos de la seguridad de la embarcación.
Mar de Palabras

lunes, 29 de septiembre de 2025
Ahora te tienes que salvar…
Había sentido la fuerza de la ola que zarandeaba su barco de un lado a otro, sabía que iba a naufragar, esperaba el golpe final que la lanzaría lejos de la seguridad de la embarcación.
lunes, 28 de julio de 2025
Ese lenguaje secreto...
lunes, 30 de junio de 2025
Volvía a estar en paz
En este conflicto era difícil encontrar un punto común, era ella contra ella misma, como el ángel del bien y el mal peleándose, cada cual queriendo tener razón. Ella con sus valores y principios, sufriendo por algo que le hacía bien, que era bueno para ella, que ayudaba a que siguiera adelante, le hacía sonreír, y que era complicado y difícil, sabía que surgirían problemas, sabía que no era una transgresión, era una buena persona, pero le costaba aceptar salir de sus convicciones, de lo dictado como cierto o errado. Estaba en un conflicto constante.
Necesitaba hacer las paces consigo misma, era un conflicto inútil, desgastante. ¿Cómo sería posible ignorar a sí misma? Si fuera una persona querida en la misma situación le diría palabras agradables, que a veces los sentimientos nacen y que no puede hacerse daño con pensamientos dolorosos, que viva la historia se puede. ¿Por qué no si decía lo mismo?
Casi un año…
Aceptó sentir, aceptó sus debilidades, aceptó que no quería hacer daño a nadie.
Aceptó que un día encontró la otra punta de su hilo rojo, se enredó en él, luchó para rechazarlo, cuánto más rechazaba más sentía. En el proceso de ignorar, sentir y rechazarse se rompió, consiguió recomponerse, volvió a romperse otras muchas veces enredada en un hilo que seguía protegiendo, hasta que aceptó sentir y se reconcilió con ella y sus miedos, entonces aflojó el nudo del hilo para que se liberará de ella, mismo que estuvieron hilados por siempre, soltó…
Entendió que la vida no siempre es un camino cierto donde cumplir a ciegas todas las señalizaciones, encuentras algunos desvíos, bellas montañas, desiertos donde quieres caminar en busca de un oasis, un océano inmenso dónde sentir las olas, un atardecer anaranjado y un cielo estrellado con una luna deslumbrante que te invitan a vivir algo nuevo.
Entendió y se dió permiso para atender su conflicto personal, dejó de enfrentarse consigo misma, se permitió sentir, cerrar las heridas de esta lucha desgastante y polémica, y el dolor cesó. Volvía a estar en paz y bien consigo misma.
Isabel Silva
Este #relatosConflicto participa en la convocatoria de junio de @divagacionistas
lunes, 26 de mayo de 2025
Al borde del precipicio
Miraba fijamente la pantalla del portátil, delante tenía por tercera vez el email abierto.
lunes, 28 de abril de 2025
Azul, sobre azul y más azul
Un paso y todo habría acabado.
lunes, 31 de marzo de 2025
Siempre que llovía...
Le gustaba la lluvia, le gustaba andar bajo la lluvia, detestaba los paraguas, tampoco servían de mucho, eran un estorbo, prefería la lluvia, y siempre que llovía recordaba aquel poema de García Márquez, sobre la lluvia. “Llueve. Y estoy pensando en ti. Y estoy soñando”.