
lunes, 25 de noviembre de 2024
El Lobo y yo
lunes, 28 de octubre de 2024
Escogeré una y mil veces este camino contigo.
Quería caminar contigo, ir paso a paso, construyendo el camino. Sé que habría conflictos, dificultades y obstáculos que enfrentar, sé que habría decisiones enfrentadas, somos dos fuerzas de la naturaleza, pero no soy tan impulsiva ni tu tan realista, por eso sé que seríamos capaces de llegar a un consenso, buscar soluciones y tomar decisiones cotidianas juntos, seríamos uno y también seríamos dos, sé que tendríamos que adaptarnos al otro, conocernos y tener paciencia, tú tienes tus manías y yo las mías, encontraríamos el punto intermedio, el equilibrio entre tu mundo y el mío, construiriamos algo sólido, fuerte, precioso, eterno.
Sé que seríamos dos, caminaríamos lado a lado, sentados juntos en el desierto cuando fuera necesario, apoyándonos, dejándonos espacio, aprendiendo del otro a ser dos siendo uno. Quería caminar contigo bajo la lluvia, sentarnos tranquilamente a tomar el sol, o a mirar el cielo cuajado de estrellas, o iluminado por la luna.
Sí, sería complejo, me daría miedo y sé que escogería una y mil veces este camino contigo.
Quería encontrarte en el camino esperándome, cogiéndome de la mano y diciendo: Vamos, no será fácil, pero estaremos juntos en esto, y haremos lo mejor posible. ¿Y tú, te atreverás a caminar conmigo?
Daría un paso adelante, cogería tu mano y te diría: escogeré una y mil veces este camino contigo.
Isabel Silva
Este #relatosCamino participa en la convocatoria de octubre de @divagacionistas
lunes, 30 de septiembre de 2024
Sería un buen recuerdo...
Estaba en el umbral de la puerta contando los segundos para lanzarse en sus brazos, llevaba mucho tiempo soñando con este momento.
Había imaginado varias veces lo que quería hacer, respirar su olor a hojas frescas, fundirse en su abrazo, y apretarlo muy, muy fuerte, deslizar los dedos por su pelo, mirarle a los ojos y besarlo y volver a abrazarlo, fundirse el uno en el otro, o tal vez lanzarse de golpe en sus brazos y que le atrapará en el aire, o no decirse nada, tenderle los brazos, que le aupará y le besará, así estaba con el corazón latiendo descompasado, nerviosa por este encuentro después de tantos desencuentros, tantas veces deseo este día y ahora se hacía realidad.
Miró el cielo nublado, el olor a lluvia estaba presente, pronto caerían las primeras gotas en el suelo de piedra del jardín y llenaría todo con su perfume inconfundible, el viento era suave y frío, jugaba con su pelo y le gustaba.
Oyó unos pasos y bajó la mirada, le vió caminando hacía ella con esa preciosa sonrisa que le hacía olvidar hasta de respirar.
En un instante se desvaneció hasta la última duda.
Quería ser un buen recuerdo en su vida, y si al final sus caminos se separaban, quedaría para siempre en él, la recordaría con añoranza, reviviría sus buenos momentos y se le dibujaría su preciosa sonrisa.
Así sería ella, un buen recuerdo en su vida, un recuerdo al que él siempre querrá volver.
Cuando lo tuvo delante, le dijo hola y le beso suavemente en la mejilla.
Isabel Silva
Este #relatosUmbral participa en la convocatoria de septiembre de @divagacionistas
lunes, 29 de julio de 2024
Olvidar
Estaba mirando por la ventanilla del avión, todo era oscuridad, había sido una decisión difícil, pero necesitaba despejar y además los 6170 km que les iban a separar deberían ser suficientes para él, para saber que estaría lejos, sin contacto alguno por mucho tiempo, mismo que quisiera no podría hablarle, la diferencia horaria era enorme, cuando estuviera recorriendo para dormir ella aún estaría pensando en lo que cenar. además estaría arropada y podría lamer las heridas tranquilamente, podría romperse en mil pedazos y dejar de parecer fuerte, quién sabe sanar y quién sabe olvidar.
Isabel Silva
Este #relatosNegro participa en la convocatoria de julio de @divagacionistas
lunes, 24 de junio de 2024
La niña que comía pendientes
Hace unos días en una cajita de preguntas en instagram preguntaban: ¿Qué hacías en 1977? Y recordé algo que había pasado por esta época, no por recordarlo yo pero por oír varias veces a mi madre contar y le escribí para preguntar cuándo había pasado, le dije lo quería hacer, se rió y dijo: sei nāo menina. Significa que ella no lo haría pero le hace gracia, le digo que me dejaron la broma fácil y respondo a la pregunta.
¿Qué hacías en 1977? Engullir un pendiente de oro (8 meses) y mi madre salió corriendo conmigo al hospital. La persona del otro lado de la pregunta respondió con: “Cuidado! Éramos tan jóvenes o incluso en proyecto XD”.
Es muy bueno encontrar personas amables y con sentido del humor detrás de publicaciones “serias”, esta pregunta era por un foro de agua que va acontecer en 2026 y por el primero que aconteció por esta época, y algunos que hoy en día divulgamos, somos activistas, estamos comprometidos con estas causas: agua, medioambiente, alimentación, sostenibilidad etc éramos como dijo el chico muy jóvenes (una niña que había engullido un pendiente de oro) o en proyecto, en proceso de fabricación y acabado, éramos personitas en construcción que años más tardes queremos estar en foros de agua, que nuestros héroes de la infancia fueron personas que divulgaron sobre temas ambientales, personas que escribieron libros, personas que cambiaron el mundo.
Compartí con mi madre la respuesta y me dijo que no entendía bien, qué significaba XD (puede que mi interlocutor fuera aún más joven) y le dije se había reído a carcajadas y esto lo sé por qué me ha ilustrado mi hija XD.
A todo esto se une mi hermano mediano a la conversación, él aún era solo un sueño de proyecto (pon el manos libres pide) y suelta: seguro que el pendiente sigue dentro de ti, dando vueltas. Ten cuidado. Mi madre le dice que el pendiente no está dentro, y le digo que no le diga más nada que el niño se va a venir arriba con sus ocurrencias. Lista que es ella comiendo pendientes de oro, en cuanto otros niños comen barro y arena. Como tus hermanos, ¿no te acuerdas?
Hoy es una anécdota graciosa que contar, y que he oído muchas veces y que seguiré contando lo de la niña que engullía pendientes.
Isabel Silva
Este #relatosEdad participa en la convocatoria de junio de @divagacionistas
lunes, 27 de mayo de 2024
Un algo...
Quiero volver a los resquicios de nuestro pasado, al momento exacto que te vi por primera vez, a tus ojos, a tus brazos, al primer beso y a la sensación de flotar en el aire, a la mirada ávida, dos piezas de un puzzle que se completa a la perfección, el equilibrio perfecto, el yin yang, ese instante desacostumbrado en que supe que nadie y nada sería igual, había encontrado el piñón que encajaba con mi engranaje, que lo movía y lo hacia funcionar. Volvería mil veces a este momento, buscaría cualquier pretexto que me llevará allí, a sentir mi corazón a mil y explotando de emoción, quería volver a encender las luces del atardecer todos los días de nuestras vidas juntos.
Y espero que en un lugar recóndito de tu razón, tú también sueñes conmigo y quiera volver allí… Que rasguñes cuentos imperfectos donde somos los protagonistas, vencemos las complicaciones, somos cómplices y compañeros derribando torres, volando entre nubes grises y cambiando al tocarlas.
Anhelo que en un momento imprevisto, en un aleteo de tus pensamientos me recuerdes y me eches de menos, que oigas mi nombre y lo repitas al viento para ver si él me acaricia, me despeina y me besa dulcemente en la frente.
Ansio que encuentres una grieta, un algo, como hablar del mar, de las ganas de sentir las olas, de tocar la arena, mirar ese beso pausado, a veces ansioso y otras veces casi imperceptible del agua a la arena, un pretexto, una palabra, una razón para romper el silencio.
En lo más insólito de mi alma sigues coexistiendo, mi corazón reniega a tachar tus recuerdos, a desdibujar tu sonrisa y tu mirada llena de intención, en lo más recóndito de mi ser aún vives, y seguiremos caminando en mi isla, hablando de todo y de nada, dando sentido a los colores soñados, escribiendo una página, un capítulo, una línea a la vez de un nuevo libro.
Isabel Silva
Este #relatosResquicios participa en la convocatoria de mayo de @divagacionistas
lunes, 29 de abril de 2024
¿Te acuerdas de la última vez que te rocé?
¿Te acuerdas de la última vez que te rocé? ¿Te acuerdas de que huiste varias veces, y casi no pude alcanzarte?
lunes, 25 de marzo de 2024
Quiero desaparecer y no volver…
Llega un momento que lo único que quieres es desaparecer, dejar de existir y no volver a hacerte viva.
Me explico: Dentro de ti, en lo más profundo de tu ser sigue vivo el amor, no entiendes, ni sabes porque después de ser desahuciado sigue respirando, resistente y nítido, ¿porqué? te preguntas una y mil veces.
Entonces quieres desaparecer, intentas ahogar el amor que grita en tu corazón, que late pausado y que mira a dos caminos: En uno sabes lo que es mejor y más prudente, apartarse y seguir adelante, con diplomacia. En el otro nos arrastra la corriente, cada latido grita amor, es como casi ahogarse en el mar y seguir volviendo allí una y otra vez por la fascinación que sientes, quieres volver a las olas, al olor en tu piel y a oír sus sonidos mismo entendiendo que te puedes ahogar.
Había sentido ganas de desaparecer una vez, el dolor fue tan fuerte, tan devastador que tardé un buen tiempo en volver allí a releer, pero en vez de apartarme y ponerme a salvo entré de lleno en el ojo del huracán, me dejé arrastrar por las circunstancias y la diplomacia. Ahora es diferente, quiero desaparecer en silencio, sin dejar vestigios de mi existencia, salir sin hacerme notar, ya no me pregunto qué voy a hacer con todo el amor que aún siento, ni intento entender por qué aún late despacio y otras veces desesperado, acepto con cariño que vives en mi, conservaré nuestros recuerdos bien resguardado y cuando Morfeo te abra las puerta de mi sueños despertaré con nostalgia, querré escribirte, abriré el email y trazaré las palabras, puede que alguna lágrima resbale melancólica y dolida, abriré el cajón de los recuerdos, los miraré y acariciaré con suavidad, soñaré un rato despierta y te seguiré amando en silencio, desapareciendo un poco más, desdibujando líneas, amontonando en borradores mensajes que no leerás y que me ayudarán a aliviar mi añoranza y mi necesidad de hablar contigo, porque seguiré teniendo grabado a fuego tus palabras.
Desaparecer. Quiero desaparecer y no volver… mismo con el corazón loco de amor, desaparecer, no volver a hacerme viva y adentrarme en la niebla, pero seguiré soñando contigo, dormida y despierta.
Este #relatosDesaparecer participa en la convocatoria de marzo de @divagacionistas
lunes, 29 de enero de 2024
La esencia de un poeta
La esencia de las palabras es su poder. Como te hacen sentir al leerlas, al escucharlas o escribirlas, cuando eres el receptor o el mensajero, en cualquiera circunstancia sientes su esencia, su poder.
Bien escritas y estilizadas son capaces de enamorar, de herir, de hacer que sientas que eres la esencia inspiradora que las motiva, hacen que creas que eres única, musa y dueña de cada una de ellas, eres la llave que abre las puertas de la imaginación, de la sensibilidad de cada verso, eres el encanto y la esencia lírica, dramática, épica de su razón.
Piensas que eres la musicalidad en cada sílaba, la unión de cada letra para formar las palabras perfectas, sensibles, dulces, exclusivas, crees ser la fuente de toda la inspiración, palabras escritas solo para ti, señora de sueños soñados despierto, y de la rima de un poeta que poseía las llaves para abrir las puertas infranqueables de tu corazón, con un trazo fino dibujaba los sueños, coloreaba la habitación con palabras de colores preciosos, hechas con esmero para un corazón revestido en una armadura, la belleza de saber cómo armonizar y dedicar la frase correcta, y las creí.
Creí las palabras de un poeta que me humedecieron como el rocío, me encendieron con sus llamas y se disiparon en la brisa, y no las quiero encontrar en otros ojos, ni en otros pensamientos, ni en otros sueños, ni en ningún otro color.
![]() |
Participo con este #RelatoEsencia en la convocatoria de enero de #Divagacionistas #Esencia